viernes, 19 abril 2024

Una información de Cristina Catalán para Navarra Capital 

A nadie le gusta encontrar un cuerpo extraño u objeto que no corresponde en el envase o producto que nos estamos comiendo. Esa mala experiencia, puede generar un rechazo o pérdida de confianza del consumidor en la marca y daños de imagen en la empresa que a veces son irreparables. “Por eso, es imprescindible que los profesionales del sector agroalimentario conozcan bien la normativa que deben cumplir y las nuevas tecnologías que están a su alcance para llevar a cabo un riguroso control de sus productos, tanto para detectar cuerpos extraños como para determinar correctamente su peso”, comenta David Verano, gerente de Agroalimentaria de AENOR.

Por este motivo, la entidad de certificación AENOR y la empresa de pesaje para el laboratorio y la industria, Mettler Toledo, han celebrado en Pamplona una jornada para los profesionales del sector agroalimentario, en la que se les ha informado de todas estas cuestiones. Ha sido una jornada de carácter técnico para informar y facilitar a las empresas el cumplimiento de estos requisitos tanto desde el punto de vista de la certificación como desde el punto de vista tecnológico de la maquinaria. La jornada forma parte de una serie de sesiones informativas a lo largo de la península. Ya se han celebrado en Gerona, Sevilla, Murcia, y próximamente lo harán en  Madrid .

Un momento de la jornada

Un momento de la jornada

CONTROL DE CUERPOS EXTRAÑOS

Hay diferentes tipos de peligros relacionados con la seguridad alimentaria. Los microbiológicos, químicos, alérgenos y todo aquello que uno se puede llegar a encontrar en un producto ajeno a él, como por ejemplo, un plástico en una galleta, un vidrio en una lata de atún…

Las normativas IFS y BRC establecen criterios de seguridad alimentaria y calidad que son requeridos a los proveedores de alimentos de las cadenas de distribución franco-alemana y de Reino Unido, respectivamente. Ambas establecen el disponer de una determinada tecnología que ayude en la identificación de cuerpos extraños en los productos antes de llegar al cliente.

Para ello hay dos tipos de tecnología: el detector de metales (y por tanto solo detecta cuerpos extraños de metal), y los rayos X, que detectan un abanico más amplio de cuerpos extraños como perdigones, piedrecitas del campo, un trozo de vidrio que se haya podido romper de un bote de conserva, etc.

Esta tecnología de detección se lleva a cabo, en el llamado punto crítico de control, en la fase lo más cerca posible del producto final, generalmente en la fase de envasado, tras la cual, el producto se pasa por esta maquinaria que detecta si es apto o no.“Estos requisitos no son nuevos pero son los que mayor complejidad presentan a la hora de cumplir con la normativa de seguridad alimentaria. Hay que conocer muy bien la tecnología porque no es lo mismo para producto seco que para producto húmedo y todo esto es muy importante que lo conozcan las empresas certificadas”, destaca Verano.

En Navarra, AENOR tiene vigentes una treintena de certificados que acreditan la seguridad alimentaria de las organizaciones, incluidos los protocolos IFS y BRC. Estos reconocimientos facilitan la exportación de productos a nuevos mercados.

Público asistente a la jornada

Público asistente a la jornada

UNA NUEVA TECNOLOGÍA

Levi Corbacho, especialista de producto de Mettler Toledo ha enseñado a los asistentes a la jornada, las diferentes maquinarias a disposición de la industria agroalimentaria para una correcta inspección de los productos.

En cuanto al detector de metales, que se utiliza para detectar metales férricos, no férricos y acero inoxidable, Corbacho ha presentado una nueva tecnología que Mettler Toledo posee más eficaz y eficiente en esta tarea.  “Ahora tenemos un nuevo equipo Profile Advantage, de la marca Safeline con el que obtenemos hasta un 50% más de detección gracias a la nueva tecnología que elimina el efecto producto. Esto es que hay determinados productos que contienen agua o sal y dificultan el tener una imagen correcta. Este nuevo equipo permite una mayor precisión de control”, explica Levi Corbacho. En el caso de aquellos envases metálicos como por ejemplo las latas, o envases con tapas de aluminio, se utilizan los Rayos X, que permiten detectar metales, piedras, huesos, vidrio y otros elementos extraños. “Los Rayos X son como una radiografía. Nos permite también controlar si el producto está correcto. Por ejemplo, si pasas una caja de bombones, puede detectar si le falta un bombón al reconocer que hay un espacio vacío”, añade Corbacho..

CONTROL DE CONTENIDO EFECTIVO

Igual de importante, según los requisitos que establece la IFS y la BRC es que cualquier envase esté correctamente pesado y que su peso coincida realmente con el indicado en su etiqueta correspondiente. Durante la jornada también se han explicado las diferentes tecnologías para llevar adecuadamente este control del peso.  Es el control de contenido neto: “cuando se envasa o llena el producto, debemos asegurarnos que no realizamos un sobrellenado ni que nos quedamos por debajo del peso”, señala Corbacho.

Para ello, Mettler Toledo presentó el funcionamiento de  las máquinas de pesaje dinámico, para el control de contenido neto (de la marca Garvens). “Los productos envasados pasan por una cinta transportadora. Tras establecer unas tolerancias de peso, se pesan los envases y aquellos que no estén dentro de esos valores establecidos, el sistema los elimina, evitando así sobrellenados y falta de producto.  Este sistema también permite controlar la trazabilidad del producto”, termina  Corbacho.

Todos estos controles, se deben llevar a cabo siempre al final de la línea de envasado porque permiten asegurarse de que el producto no está contaminado. Si se hiciera al principio, podría contaminarse durante el proceso con cualquier cuerpo extraño que pudiera caer en el producto. Nociones básicas y esenciales para asegurar la calidad de los alimentos en la industria agroalimentaria.

 


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