viernes, 29 marzo 2024

En uno de mis últimos posts titulado “Compites o cooperas” hablaba de como la competitividad entendida como rivalidad es un obstáculo a la hora de trabajar en equipo. Hoy vamos a hablar de otra de las razones que dificultan el buen funcionamiento de un equipo.

Cuando entramos a formar parte de un equipo hay una serie de habilidades que se dan por supuestas. Una de ellas es nuestra capacidad como profesionales. Por ejemplo, si formamos parte de un equipo que está desarrollando un nuevo producto y soy ingeniero, nuestro papel como ingenieros no tiene porque ponerse en duda. El problema surge cuando nos conformamos con solo nuestro papel profesional como única aportación.

Todos tenemos alguna habilidad personal, algo que nos diferencia de los demás y que puede suponer una aportación única y distinta. Esta habilidad es la que va a definir nuestro papel dentro del equipo. Por lo tanto, desconocer cual puede ser nuestro papel, o rol, puede dificultar nuestra integración en el mismo.

Cuando entramos a formar parte de un equipo hay una serie de preguntas que tendríamos que hacernos. ¿Para qué estoy dentro de este equipo? ¿Cuál es mi aportación al equipo? ¿En qué soy bueno? o ¿cuáles son mis fortalezas frente al resto? ¿En qué no lo soy, o cuáles son mis debilidades? La razón por la que tendríamos que platearnos estas preguntas se debe a que en ocasiones no conocemos cual es esa habilidad que nos diferencia de los demás; y si la conocemos, a veces, nos cuesta reconocerlo. Si por ejemplo, nos encargan y aceptamos una tarea en la que no somos buenos, por no reconocer esta debilidad frente a los demás, seguramente, no lo haremos tan bien como se espera con la consiguiente frustración por nuestra parte y por el resto de compañeros. Es mejor decir que no a una tarea que no se nos da bien que aceptarla y no mostrar esta debilidad.

Actualmente existen varios métodos que nos ayudan a saber en que destacamos, y en que no somos tan buenos, para poder definir mejor nuestro rol dentro de un equipo de trabajo. Uno de estos métodos es el método Belbin. Es el que más me gusta, quizás porque es también el que mejor conozco. El método Belbin nos explica como dentro de un equipo de trabajo podemos encontrar hasta nueve personalidades o roles diferentes que se complementan para poder sacar el máximo partido al trabajo en equipo. Estos roles son: Cerebro, investigador de recursos, coordinador, impulsor, monitor evaluador, cohesionador, implementador, finalizador y especialista. Trabajando con este método podemos llegar a saber cual de estos roles, papeles o personalidades es la que predomina en nosotros, al igual que conoceremos cual de ellas es en la que menos destacamos.

Si te interesa conocer más sobre este método, la empresa Initia organiza en Pamplona, el próximo 23 y 24 de octubre un curso de acreditación en el método Belbin a través del cual podrás descubrir esta metodología.

También comentaros que la próxima semana, el martes 14 de octubre por la tarde, estaré en la Confederación de Empresarios de Navarra impartiendo la conferencia “Trabajo en equipo, ¿por qué nos cuesta tanto?a la que estáis invitados.

Saludos….

 

 


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