viernes, 19 abril 2024

pablo-zalba-eurodiputadoDesde la creación de la Comunidad del Carbón y del Acero los Estados miembros han atravesado un largo camino para llegar a lo que hoy conocemos como la Unión Europea, la cual ha alcanzado grandes logros durante los últimos 5 años, aunque todavía queda mucho trabajo por hacer. Una de las grandes prioridades para las instituciones europeas de cara a los próximos años es reforzar el mercado único de la energía.

La integración del marco comunitario en materia de energía no ha ido en paralelo a la integración en otras áreas. Esto no es debido a que no se haya podido hacer ningún progreso en la integración del mercado energético, sino porque el mercado de la energía de la Unión Europea se ha estado enfrentando y continúa enfrentándose a tres grandes retos. Para Europa estos retos son contener sus costes energéticos para continuar siendo competitiva a nivel internacional, mantener una fuente segura de abastecimiento energético en momentos de inestabilidad política, y mantener su destacable compromiso en lo que respecta a la descarbonización de la energía con la esperanza de liderar el camino hacia un acuerdo climático internacional.

La integración del mercado energético sirve las tres metas. La unión de los mercados nacionales de los 28 Estados miembros de la UE promueve la competencia transfronteriza y, a través de la competencia, la convergencia a un nivel de precios más eficiente. Otro de los grandes beneficios es minimizar el riesgo de falta de suministro mediante la maximización de la diversidad energética de Europa a través de la vinculación entre los Estados miembros de sus diferentes fuentes de energía, tanto proveedores como recursos propios. Además, fomentaría el potencial de Europa para la reducción de las emisiones de carbono a través de una combinación de tecnologías bajas en carbono y una mayor influencia política gracias una mayor cooperación a nivel europeo.

Algunos de los beneficios de la integración del mercado energético ya han sido cosechados, pero todavía hay más para cosechar. Sin embargo, el modelo de integración de la liberalización, basándose exclusivamente en las fuerzas del mercado, ha llegado a su límite. Debido a que el mercado por sí solo no ha alcanzado los resultados específicos que la UE buscaba en la reducción de emisiones, la intervención estatal en el mercado ha aumentado. Gran parte de esta intervención ha sido, a nivel nacional, y esto ha dado lugar a una cierta renacionalización del mercado de la energía a través de los subsidios nacionales para las energías renovables y para los sistemas nacionales de energía convencional que buscan fomentar dicho tipo de energía. Si continúan este tipo de medidas a nivel nacional sin ir acompañadas de una mayor armonización a nivel europeo, el mercado único de la energía continuará incompleto.

Desde las Instituciones Europeas estamos trabajando para dar a la Unión Europea una nueva dimensión de unión energética. Para lograr este ambicioso objetivo es necesaria una mayor implicación de las empresas a nivel europeo, al tiempo que se limita la intervención nacional para lograr objetivos específicos en lo que respecta a la energía renovable, la eficiencia energética y la mejora de infraestructuras. La infraestructura energética debe ser un elemento clave en los paquetes de inversión de cara a los próximos años. Tenemos que continuar hacia el camino de más y mejor Europa.

Pablo Zalba Bidegain
Presidente del Partido Popular en Navarra
Diputado al Parlamento Europeo
Vice Presidente de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios


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