martes, 16 abril 2024

Imagen de la jornada sobre emprendimiento en la sede de la Cámara Navarra de Comercio.

Imagen de la jornada sobre emprendimiento en la sede de la Cámara Navarra de Comercio.

Una información de Cristina Altuna para Navarra Capital

¿Por dónde empiezo? Esta fue una de las preguntas que más repetían la mayoría de las 40 mujeres que asistieron a la sesión informativa que organizó la Cámara Navarra de Comercio. Bajo el título “Jornada para mujeres emprendedoras y empresarias. Plan de empresa: Garantía hacia el éxito”, la organización dio a conocer el Programa de Apoyo Empresarial a las Mujeres (PAEM) que financia el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad con ayuda del Fondo Social Europeo. Un programa que lleva 12 años implantándose y que está dirigido a las mujeres, para acompañarles en sus proyectos empresariales.

Desde la Cámara consideran que esta labor sigue siendo necesaria y destacan, incluso, que se encuentran con mujeres víctimas de violencia de género que buscan emprender algo por su cuenta, huyendo de la dependencia de sus parejas.

NECESIDAD DE EMPRENDER

Entre el público asistente ayer, muchas historias y un denominador casi común: personas en paro que ven en el emprendimiento una salida laboral. Es el ejemplo de Leidi Johana, en paro y con la ayuda de 400 euros, ha decidido unirse con su amiga Diana Marcela, trabajadora en una pizzería, para abrir una franquicia de Open Sell, un centro estético. Estas dos jóvenes, de 29 y 24 años respectivamente, pretenden así mejorar su situación laboral, pero no saben por dónde tirar.

Las dudas que surgen afectan, principalmente, a las formas jurídicas de la empresa que quieren sacar adelante, como a Rosa García. Esta joven de Badajoz, de 30 años, lleva dos años viviendo en Pamplona. Licenciada en empresariales intentó, sin éxito, sacar la oposición de gestora de hacienda. Ante la cuestón de buscar trabajo o apostar por algo propio, empieza a decantarse por esto último, porque entiende que los empleos de hoy en día están mal pagados y prefiere invertir tiempo y dinero en un proyecto propio que le parezca interesante. Por eso, se ha animado a impulsar una tienda online de complementos “hand made” para mujeres, que espera esté en marcha dentro de unos meses.

Entre el público también se dejó ver gente más adulta. Ana, con cerca de 50 años, lleva dos meses en paro, tras 22 años trabajando y una discapacidad visual que empieza a causarle problemas. Tiene claro que no va a trabajar por 600 euros y en la cabeza tiene muchas ideas, pero ninguna información para saber por dónde empezar. Como otra de las asistentes, que prefería mantener su anonimato, pero que explicaba que acudía porque este mes ella y su marido cuentan con trabajo, pero el mes que viene no saben. Para acabar con esa incertidumbre quieren abrir un negocio de restauración, pero no saben si sólo bar o con panadería y pastelería.

En la charla, no obstante, también se encontraba Carmen Sanjurjo, de Anticipa 360, que acudía para formarse en cuestiones como el plan de empresa, “con el objetivo de tener más información y herramientas y poder así ayudar a nuestros clientes que, a veces, requieren información sobre ayudas o subvenciones”. Se trata de adquirir nuevas herramientas con las que poder mantenerles informados y actualizados.

El plan de empresa premite trocear un gran proyecto como una empresa en partes pequeñas, para poner el foco en ellas y abordarlas de forma más profunda”.

PLANIFICAR

Todas ellas buscaban información y orientación para empezar a construir algo nuevo para ellas. Y durante las jornadas los técnicos en creación de empresas de la Cámara Navarra de Comercio intentaron responderles. Iñaki Puncel les habló de la necesidad de planificar. En ocasiones, muchos empresarios y emprendedores ponen en duda la eficacia de estos planes de empresa, porque “nunca se cumplen al 100%”. Sin embargo, a la pregunta de “¿quién se subiría a un avión construido sin ningún plano?”, todas las asistentes coincidieron en apuntar que nadie.

El plan de empresa premite “trocear un gran proyecto como una empresa en partes pequeñas, para poner el foco en ellas y abordarlas de forma más profunda”. Responde a la conocida frase romana de “divide y vencerás” y funciona como “un instrumento para tomar mejores deciciones y lanzarme a la realidad”.

Un plan de empresa debe responder a 5 cuestiones básica: qué (objetivos), cómo (tareas y actividades), cuándo (calendario), quién se va a ocupar (responsabilidades) y cuánto va a costar (recursos y costes). Respuestas que plasmar en un plan puede llevar más de 3 meses y en las que no hay que olvidar que, a veces, es mejor “no hacer grandes planificaciones, sino pequeños programas pilotos para lanzar al mercado y probarlo”.

Puncel también se refirió al Plan de financiación que explicó es “una herramienta para analizar la viabilidad económica y financiera, a corto y medio-largo plazo”. Un plan en el que si se producen desviaciones en los primeros meses, “hay que intervenir y replanificar el plan, porque planificar es bueno, pero no puede ser algo rígido”.

ORIENTACIÓN

Paula Villamor se encargó de explicar las formas jurídicas que existen para las empresas. Una de las cuestiones que más dudas generó entre los asistentes por la falta de información que existe en torno a las ventajas y desventajas de ser autónomo, sociedad civil, sociedad de responsabilidad limitada y demás opciones que existen.

A veces, incluso, la información no es suficiente, porque si alguien «quiere compatibilizar el paro, o capitalizar o cumplir los plazos, no sabe por dónde empezar«. Por eso, muchas veces lo que la gente necesita es un «orientador, alguien con experiencia que les guíe» en el proceso de sacar adelante una idea, proyecto o negocio.


To Top