jueves, 28 marzo 2024

Una información de Cristina Catalán para Navarra Capital 

El presidente de CEN, José Antonio Sarría, y el director del IFD Barcelona, Óscar Coduras, han presentado este lunes el “Estudio sobre las posibilidades de asociación y cooperación de las pequeñas empresas de Navarra para obtener los beneficios de las empresas medianas y grandes”.  El informe, presentado en la sede de la CEN, ofrece propuestas para la cooperación empresarial en el tejido industrial de Navarra, basándose en una serie de encuestas y entrevistas.

El estudio ha sido elaborado por el Instituto de Formación Directiva de Barcelona (IFD Barcelona) para la Confederación de Empresarios de Navarra, y se enmarca en el ámbito del Convenio entre el Servicio Navarro de Empleo y el “Instituto Navarro para la Formación, Reciclaje y Empleo” (INAFRE), para el desarrollo de acciones en materia de Observatorio de Empleo para el año 2014.

DESCONOCIMIENTO DE CONCEPTO DE COOPERACIÓN

Entre los resultados que arroja el informe, llama la atención el desconocimiento por parte de la mayoría de las pequeñas empresas. “La cooperación inter-empresarial es necesaria, mucho más ahora, para conseguir que las pymes de nuestra comunidad se hagan más grandes, hagan proyectos juntas, reduzcan costes, aumenten su capacidad de exportación y de innovación. Es decir, sean más rentables y competitivas”, ha comenzado Sarriá. Sin embargo,”las empresas pequeñas piensan que la cooperación no es para ellas, puesto que requiere tiempo y recursos de los que ellas no disponen. Además, existe una tradición individualista en el ejercicio de la actividad empresarial y un sentimiento de ver a las empresas competidoras únicamente como rivales”, ha destacado el director del Instituto de Formación Directiva de Barcelona (IFD), Óscar Coduras.

El informe revela que hay un gran desconocimiento entre las microempresas sobre el concepto de cooperación y sus ventajas e inconvenientes. Existen reticencias y miedos a aplicarlo por las incógnitas que suscita en cuanto a la falta de certeza acerca de los beneficios que, individualmente, pueda reportar. “En este sentido, debemos hacer especial énfasis en el sector agroalimentario, porque se ve la urgente necesidad de poner en práctica iniciativas de cooperación entre las pymes de este sector, en el que tradicionalmente el asociacionismo y el cooperativismo eran muy activos en tiempos de escasez, pero han perdido peso en los tiempos de bonanza”, ha recalcado Coduras. La preocupación en el sector agroalimentario, es ganar diferenciación por la vía de la calidad, conjuntamente con lograr una dimensión adecuada de sus empresas que permita aprovechar las oportunidades de crecimiento que han brindado nuevas infraestructuras como el Canal de Navarra. Agruparse en cooperación se considera absolutamente necesario para el futuro del sector.

Óscar Coduras, director del IFD Barcelona

Óscar Coduras, director del IFD Barcelona

RETICENCIAS

La pyme y, especialmente la microempresa, es mayoritariamente familiar y muy tradicional, con empresarios muy expertos en la técnica productiva pero cortos de capacidad de gestión, a la que no pueden dedicar tiempo suficiente. “En las pequeñas empresas, el conocimiento personal entre los propios empresarios condiciona la colaboración a realizarla únicamente con quien se tiene afinidad”, señala Coduras.

Por tanto, la disposición a cooperar de las pymes se halla condicionada a tener la certeza con respecto al beneficio económico o mejora competitiva a obtener y a la seguridad de saber cómo llevar a cabo la cooperación, eliminando incertidumbres y margen de error. “La cooperación no se contempla como una línea de trabajo en las pymes. Si se colabora es por necesidad, cuando las condiciones de mercado no dejan otra opción. Se pierden muchas oportunidades por no plantearla como estrategia”, añade. Las empresas que disponen de un modelo de gestión más profesionalizado tienen mayor facilidad para ver la colaboración como una oportunidad de desarrollar nuevos productos o de penetrar en nuevos mercados.

Los beneficios de la cooperación que más se perciben entre los empresarios encuestados son, por este orden, el acceso a nueva información, facilitar la creatividad y la innovación, el acceso a nuevos clientes y/o mercados, facilitar la internacionalización, posibilitar inversiones complejas en solitario, crear mayor valor para los clientes, reducir costes, mejorar el poder de negociación de la empresa y su potencial de crecimiento y empleo. Los inconvenientes más relevantes para los empresarios encuestados, según su percepción, son la divergencia de intereses o prioridades entre empresas a pesar de que pueda haber objetivos comunes, considerar que la toma de decisiones se hace más compleja y lenta al tener que consensuarlas, que las culturas y las formas de trabajar entre empresas potencialmente cooperantes son distintas y ello causa problemas entre los colectivos de empleados y que pueden generarse diferencias insalvables de criterios técnicos, comerciales, de gestión u otros

PERCEPCIÓN DE LA COMPETITIVIDAD

El informe también refleja la percepción de los empresarios en cuanto al estado de la competitividad de las empresas navarras y más concretamente, de las pymes. De este modo, la competitividad de la empresa navarra superviviente de la crisis se considera más que aceptable, ligeramente por encima del conjunto de España, pero se aprecia un largo recorrido de mejora gracias al arraigo de su vocación emprendedora y a su cultura de inversión y reinversión constante.

El punto fuerte de la competitividad se identifica con la calidad productiva a un precio ajustado tras el esfuerzo realizado en términos de reducción de costes durante la crisis. El aspecto más notable a mejorar de la competitividad de la pyme navarra se encuentra en la promoción y la comercialización de la producción, especialmente en lo que respecta al exterior de los mercados locales, tanto a nivel nacional como de internacionalización.

Al margen de la gran industria y sus empresas satélites, se identifica al sector agroalimentario como el de mayor potencial competitivo de la Comunidad Foral, aunque necesitado en las pymes de una transformación cultural y de sus modelos de gestión que les lleven a engrandecer su tamaño. Además, el exceso de micro empresas excesivamente orientadas al mercado local aconseja fomentar iniciativas de agrupación para ganar en tamaño y generar economías de escala que mejoren su competitividad.

EXPECTATIVAS DE LAS PYMES

Las principales preocupaciones de la pyme navarra se identifican en la actualidad con su supervivencia y en tratar de resolver su precaria situación financiera, “a lo que hay que sumar la larga duración de una crisis que desde el ámbito empresarial no se percibe que vaya a terminar pronto”, comenta Coduras.

El informe revela que se han aparcado las iniciativas orientadas al crecimiento como inversiones y nuevos proyectos debido a la incertidumbre que provoca la falta de estabilidad y la falta de recursos financieros. Las expectativas se concentran en recuperar clientes, volumen de ventas y posicionamiento en el mercado. “Son pocas las empresas que han adoptado la internacionalización como vía alternativa para evitar el estancamiento de su actividad. La mayoría han optado por adelgazar su estructura para adaptarse a la situación de baja demanda y esperar a que venga la recuperación”, explica Coduras..

Por otra parte, se considera necesario mejorar la imagen y el posicionamiento internacional de los productos navarros, reorientándose más hacia una especialización en productos y servicios, especialmente en sectores tecnológicos, y hacer el recorrido necesario para alcanzar la internacionalización

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