Fueron una de las primeras patas en notar la crisis, las empresas no demandaban trabajadores/as, en todo caso los/as despedían, la cosas no iban bien. Los años más crudos han sido también, tiempos complicados para este tipo de empresas, pero en los últimos años su trabajo ha aumentado exponencialmente
El crecimiento de los beneficios de un importante número de empresas de trabajo temporal está siendo constatado en estos tiempos de recuperación. Por un lado, se ha incrementado el número de contratos por ETTs. Las empresas matrices o empresas contratantes, han apostado en muchos casos por no contratar directamente y hacerlo a través de este tipo de empresas. La mayoría de ellas justifica este hecho por la inseguridad que les genera todavía la actual situación.
Los sindicatos, por el contrario, explican que esto no es sino un signo más de la precarización que arrastra la recuperación en nuestro país. Apuntan a que, en realidad, se está aprovechando la coyuntura actual para sustituir plantilla por trabajadores/as temporales.
Otro hecho que está en cierta forma “favoreciendo” la contratación a través de esta vía, es el aumento de la rotación y la duración de los contratos, crecen los contratos de corta duración y la duración de estos cada vez es menor.
Además las empresas de trabajo temporal han vivido dos fenómenos importantes, la agrupación, se han concentrado en grupos empresariales más grandes como estrategia para mejorar la competitividad, y se han diversificado o más correctamente, han abierto una nueva vía de negocio, han creado dentro de estos mismos grupos las empresas multiservicios
Estas son empresas que ofrecen casi cualquier tipo de actividad que la empresa demandante solicite. Haciendo uso de la prioridad aplicativa del convenio de empresa de la última Reforma Laboral, en muchos casos están sujetas a convenios propios de empresa o al mismo estatuto de los trabajadores/as con salarios más bajos que los que establece el convenio sectorial que abarca la actividad de los servicios que ofrecen. Son una vía de negocio muy competitiva en precio.
No obstante este tipo de empresas suponen para otras una competencia “desleal” ya que estas están sujetas a convenios sectoriales con salarios más elevados. Están favoreciendo la externalización de servicios que anteriormente integraban las empresas con el objetivo de reducir costes. Y tanto en uno como en otro caso, los/as grandes perjudicados/as son los/as trabajadores/as, que pierden enormemente en condiciones laborales, ya que un mismo trabajo, con la inclusión de este tipo de empresas, se precariza enormemente.
La verdadera recuperación sólo será si es para todos/as, centrar la competitividad en los costes salariales, es un modelo de “crecimiento” viejo que ha demostrado no ser eficaz
Eva Perujuaniz
Socióloga
