jueves, 28 marzo 2024

Mientras los hombres utilizan los microcréditos principalmente para ampliar o consolidar una empresa ya existente, las mujeres los usan para iniciar nuevos proyectos. En el 40 por ciento de los casos, las emprendedoras destinan el préstamo para financiar el cien por cien de la inversión inicial necesaria para abrir la empresa, mientras que a otro 36 por ciento les ha permitido pagar más del 50 por ciento de los gastos realizados.

Si atendemos a la edad, el grupo más numeroso de empresarias, el 44 por ciento, está en la franja entre los 36 y los 49 años, una proporción muy similar a la detectada en el caso de los hombres (el 47 por ciento). Contrariamente, apenas se encuentran mujeres mayores de 65 años entre los usuarios de microcréditos, y las menores de 36 años representan prácticamente un tercio del total. 

AUTOEMPLEO

A pesar de que los negocios creados por mujeres con microcréditos son iniciativas de autoempleo en un porcentaje muy elevado, lo cierto es que están ganando peso los proyectos que dan un empleo a más personas, además de la emprendedora. Así, el 48 por ciento de los negocios emplean sólo al beneficiario del préstamo y un 27 por ciento han hecho posible contratar a otra persona, cuando dos años atrás esta última cifra se situaba en el 18 por ciento.

De todas formas, dentro del conjunto de empresas financiadas con préstamos de pequeño importe, se registra una creación media de 2 puestos de trabajo (incluida la emprendedora), una ratio ligeramente más baja a la correspondiente a los hombres, que se sitúa en 2,4 empleos. La diferencia entre un género y otro radica en el tamaño de los negocios, según indica la escuela de negocios Esade.

PARO LARGA DURACIÓN

Constituye una información significativa sobre el perfil del beneficiario conocer su situación laboral anterior a la petición de un préstamo a MicroBank, el banco social de Caixabank. Existe una proporción mayor de hombres que trabajaban anteriormente como autónomos: un 51 por ciento, frente a un 33 por ciento de mujeres. Ellas, en cambio, trabajaban de forma más frecuente como asalariadas (un 30 por ciento, ante un 25 por ciento de hombres).

Microbank Día de la Mujer Trabajadora También es superior el porcentaje de mujeres que procede de una situación anterior de paro: un 35 por ciento frente a un 23 por ciento.

Este dato evidencia que, para muchas emprendedoras, iniciar su propio negocio se presenta, en mayor medida, como una salida profesional a una situación de paro de larga duración. De hecho, el 49 por ciento de las mujeres sin empleo que solicitan un microcrédito están inscritas en los registros oficiales de desempleo desde hace un año o más.

El estudio se detiene en analizar los sectores de actividad preferidos por los beneficiarios de un microcrédito. En este apartado, se observan también diferencias de género. Así, las mujeres se inclinan en mayor proporción por el comercio minorista (un 41 por ciento frente a un 27 por ciento de los hombres). Estos últimos, en cambio, apuestan más por todo lo relacionado con los servicios profesionales (un 44 por ciento frente a un 33 por ciento), así como a iniciativas ligadas al sector primario.

Otra característica diferencial hace referencia al menor grado de internacionalización de los negocios regentados por mujeres, y se limitan a un 6 por ciento, mientras que un 10 por ciento de los hombres han montado empresas con un alcance más allá de nuestras fronteras” 

Respecto a los grandes retos pendientes de las mujeres emprendedoras, el estudio de Esade pone el acento en aumentar la diversificación y la capacidad de asunción de riesgos, además de incrementar su presencia en sectores de más valor añadido y con mayor capacidad de crecimiento en empleo, sin olvidar la asignatura pendiente de la internacionalización.

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