jueves, 28 marzo 2024

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La Sociología, la Psicología, la Antropología y otras ramas del conocimiento han prestado gran interés al análisis de las causas que motivan a las personas, y en particular, a los individuos en su ámbito de trabajo.

Investigadores como Maslow, McGregor, Alderfer, Herzberg o McClelland plantearon diversas teorías durante los años 50 para tratar de explicar los factores que inciden en la satisfacción humana. Teorías como la conocida “pirámide de Maslow”, o “jerarquía de las necesidades humanas”, la “Teoría X y teoría Y” de McGregor, o la enumeración de los factores higiénicos y motivacionales de la “Teoría de los dos factores” de Herzberg son algunas de estas teorías, denominadas “teorías clásicas de la motivación”.

A posteriori, se desarrollarían, precisamente a partir de estos planteamientos clásicos, las teorías contemporáneas de la motivación. Entre estas teorías, cabe destacar la teoría de la evolución cognitiva, la teoría del establecimiento de metas de Locke, que se plasma en el ámbito del management a través de la Dirección por Objetivos, o la teoría de las expectativas.

Precisamente estos fundamentos conceptuales sirvieron de base para que Hackman y Oldham concluyeran que cualquier trabajo se puede describir a través de cinco dimensiones como son

  • la variedad de habilidades utilizadas en el puesto de trabajo,
  • la identificación con la tarea realizada, en el sentido de realizar el total del trabajo y no sólo una parte,
  • la significancia de la tarea, definida como el efecto que el trabajo tiene sobre la vida de otras personas,
  • la autonomía y
  • el feedback que se recibe.

La manera en la que se organizan los elementos de un puesto de trabajo -el diseño de cada puesto de trabajo- impacta en la motivación y la satisfacción del trabajador. Por tanto, los directivos interesados en mejorar la motivación y satisfacción de su plantilla podrían tomar medidas que mejoren estas dimensiones, como por ejemplo, la rotación de puestos, o el aumentar el feedback que reciben los profesionales en su empresa

Volviendo a la pregunta que titula este texto, muchos expertos coinciden en señalar que es el propio trabajo el principal motivador en el ámbito laboral. Así, el desempeño de tareas que nos agradan, que nos gustan, se convierte en el motor de la motivación. De ahí la importancia de elegir dedicar la vida profesional a aquello que nos satisfaga.

En este contexto, Adecco puso en marcha hace ya unos años una iniciativa para conocer el índice de satisfacción que los españoles tenían en el trabajo, y medir, así, la felicidad laboral. Los datos más recientes de esta encuesta se publicaron en 2015, con la presentación de la V Encuesta de la Felicidad Laboral.

A partir de esta encuesta, la citada consultora concluye que 6 de cada 10 trabajadores prefieren un menor salario a cambio de una mayor felicidad laboral. Las encuestas de años anteriores confirman esta tendencia. Además, el 97,7% de los encuestados reconoce que un empleado feliz es un trabajador más productivo. Profesor, médico, informático, arquitecto y artista son las profesiones a las que optaría un mayor porcentaje de trabajadores si pudieran cambiar de profesión.

Conclusiones que coinciden con la idea inicial planteada en este texto, de que el oficio desempeñado incide enormemente en la motivación laboral.

Amaya Erro
Doctora en Economía y Profesora de la UPNA

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Empleo Navarra · Adecco ·


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