viernes, 29 marzo 2024

Un estudio sobre la capacidad innovadora de los centros educativos superiores realizado por la Confederación de Empresarios de Navarra, CEN, refleja la necesidad de trabajar con los estudiantes “no solo en aptitudes sino también en actitud” para favorecer así su empleabilidad.

El informe, enmarcado en los convenios que mantiene la CEN con el Servicio Navarro de Empleo, ha sido elaborado por Happenin Innovación y en del mismo han tomado parte diez centros próximos al mercado laboral, todos ellos de educación superior tanto universitaria como de FP, de nuestra región.

“Capacidad innovadora de los centros de educación más próximos al marcado laboral” es el título del trabajo que, entre sus conclusiones, apunta que “se necesita actitud, capacidad de innovación, para poder hacer frente a las nuevas situaciones” en un tiempo “cambiante de manera muy acelerada”, según ha señalado el presidente de la patronal, José Antonio Sarría.

Hay que formar a los jóvenes no solo para que expliquen extraordinariamente un hecho”, ha añadido el presidente de la CEN, y para conseguirlo ha puesto en valor la capacidad que tienen los españoles para “moverse en la incertidumbre” frente a otras culturas que “necesitan tener todo escrito y programado”.

Así, de esta manera, según las conclusiones del estudio, los centros evaluados tienen interés por innovar pero falta liderazgo y convicción, tienen poco confianza en sí mismos, e innovan en producto, didáctica y organización pero menos en cultivar las competencias innovadoras de sus alumnos.

El análisis parte de las buenas prácticas y referentes internacionales en materia de innovación, donde destacan que “el foco está en aprender y no en enseñar”, que hay que trabajar la “motivación” y ser “sensibles a las diferencias individuales”, que el aprendizaje es “social y colaborativo” y la evaluación “continua” en un espacio que “ya no es el aula convencional”, y que el objetivo final de dotar de la capacidad para “resolver retos y problemas”.

Esto exige al docente una “actualización continua” para ser “un guía del proceso”, para enseñar al estudiante a ser “crítico” con contenidos y fuentes, utilizar las tecnologías “como herramientas y no como fin”, colaborar y compartir experiencias y aprendizajes con otros colegas, trabajar “más por proyectos que por áreas”, y acercar la educación a la sociedad a través de la redes sociales.

Los resultados que obtienen los centros navarros analizados (Salesianos, ETI de Tudela, FOREM, UPNA, Comunicación y Económicas de la UN, ESIC, Club de Marketing, Cenifer e Iturrondo) muestran que un 80 por ciento no cuenta con un proceso de innovación definido y ninguno dispone de un presupuesto dedicado a innovación ni de tiempo suficiente para innovar, aunque sí de autonomía y apertura externa.

La evaluación señala también que el 28 por ciento de los docentes son intraemprendedores, y que los centros destacan en independencia, orientación a la acción, preferencia por tareas poco estructuradas, pasión y sensibilidad interpersonal, pero se quedan cortos en inconformismo, visión de futuro, generación de ideas, perseverancia y confianza en uno mismo.

Con estas conclusiones, las recomendaciones pasan por potenciar desde el sistema educativo la capacidad de aprendizaje, de adaptación al cambio y de resolución de problemas; potenciar también el intercambio; incentivar al profesorado; contar con la implicación de gobiernos, empresas y sociedad civil; acelerar el ritmo de transformación para evitar una “colisión generacional”; y establecer “un pacto a largo plazo entre todos los agentes implicados”.

A continuación, para todos los interesados ponemos a disposición el citado estudio: “Capacidad innovadora de los centros de educación más próximos al marcado laboral”

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Cenifer ·


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