Una información de Jesús Jiménez para Navarra Capital
P: Hace un par de años se abre la puerta del avión y llegas a México DF, ¿fue un shock?
R: En cierta forma, sí y, eso que no llegaba directamente desde Pamplona porque había estado viviendo unos años en Madrid. Pero es que estamos hablando de una ciudad de más de 20 millones de habitantes, la segunda o tercera más poblada de la tierra. Sin duda, el DF hay que vivirlo y hay que saber vivirlo. El ritmo es tan diferente que no deja lugar a la improvisación. Eso es algo que inmediatamente percibes. Tienes que tener claro dónde vas, cómo vas. Depende de donde estés, el tráfico y las distancias pueden ser infernales. Desde luego, para quien no ha vivido en una gran ciudad puede ser complicado pero, a su vez, tiene tantas cosas maravillosas por conocer…
P: ¿Y cómo es hacer negocios en México? ¿Cómo definirías al empresario de aquel país?
R: Normalmente es una persona de trato muy fácil y que presenta una característica propia que no es ni buena ni mala, es su carácter. Tal y como me avisaron desde un primer momento los propios mexicanos, es muy difícil que te digan que «no». Es decir, el mexicano siempre puede decirte que sí pero no cuándo y hay que acostumbrarse a eso porque al proceder de una cultura como la nuestra siempre tan vinculada al resultado directo y rápido el cambio puede ser muy difícil. No es ni bueno ni malo. Es, simplemente, otra forma de negociar y a la que, en mi caso y pese a la experiencia, me sigo haciendo.
Por lo demás, si hablamos de un ejecutivo de alto nivel se trata de un profesional que suele gestionar un grupo de empresas más que una sociedad en particular. Es una persona con un perfil muy vinculado en muchos casos a los mejores campus universitarios de los Estados Unidos por lo que se trata de alguien con formación y muy bien preparado.
P: Ser español, ¿es una barrera? Muchas veces se ha comentado el «síndrome» Hernán Cortés…
R: Todo lo contrario. La marca «España» es un sello de garantía. Toda la literatura que existe en torno a la supuesta actitud recelosa, yo no lo he vivido en persona salvo una vez y ni para tenerlo en cuenta. Por lo tanto, por lo que yo he vivido y puedo contar, el ser español en México es un reconocimiento en el 99,9 por ciento de las ocasiones.
El empresario mexicano siempre puede decirte que sí pero no cuándo y hay que acostumbrarse a eso porque al proceder de una cultura como la nuestra siempre tan vinculada al resultado directo y rápido el cambio puede ser muy difícil
P: ¿Y cuál es la percepción que se tiene de España?
R: Por supuesto, están muy al tanto. Ahora preguntan mucho por el tema político, por la irrupción de Ciudadanos y de Podemos aunque tampoco les sorprende mucho porque su mundo político también es de aquella manera. Desde luego, están al tanto de la actualidad, ven muchos programas de televisión españoles y ¡claro! ahora los mensajes que reciben es de que hay un crecimiento y que vuelve la recuperación. Piensan que ya hemos salido de la crisis aunque yo les digo que aún nos falta un poco (risas).
NEGOCIOS
P: El año empieza con el descalabro de Brasil, ¿México también está en crisis?
R: No. Las últimas cifras indican una previsión de crecimiento para este año 2016 por encima del 3 por ciento. Es un buen vaticinio, tal vez algo inferior a lo que ellos mismos esperaban si tenemos en cuenta la serie histórica y la trayectoria seguida en estos últimos años. Algunos de los profesionales y directivos con los que he hablado dicen que México está en constante crisis, pero a mí no me lo parece. En realidad, lo que se percibe es más preocupación por la evolución que puede seguir la economía mundial (China, el petróleo, las elecciones de los Estados Unidos que tienen al lado y empiezan en noviembre). Les preocupa más, en fin, lo que pueda pasar fuera que dentro. En México, por el momento, el crecimiento continúa y eso es una buena noticia.
P: ¿Qué necesita entonces la economía mexicana? ¿Qué oportunidades de negocio existen?
R: La verdad es que tienen necesidad de todo porque estamos hablando de un mercado compuesto por 123 millones de potenciales consumidores donde, además, se está formando una especie de «clase media» en la que no paran de crecer las demandas vinculadas a prestaciones sociales y calidad de vida. Como digo yo, México es el silencio tocando la trompeta. Pese a las diferencias abismales entre los sectores más ricos y los más pobres, hay mimbres para crecer y oportunidades de negocio.
Más en concreto, podemos referirnos por ejemplo, al impulso que ha recibido todo el sector de las energías renovables con la entrada en vigor de la última Ley Energética del pasado año. Pero también hay otros sectores. El 80 por ciento del país es costa y México es el cuatro destino turístico del mundo. También están los recursos naturales de todo tipo, la llegada de grandes multinacionales de la automoción como Honda, Toyota o la presencia de la propia Volkwagen. Su agricultura nutre gran parte de los Estados Unidos por no olvidarnos del desarrollo tecnológico. Hay muchos nichos y oportunidades.
P: ¿Qué ventajas pueden encontrar, por tanto, aquellos empresarios o directivos navarros que quieran intentar la «aventura mexicana»?
R: Muchas y muy variadas. Para empezar, México es la centralidad. Está justo en la mitad entre el mundo de Hispanoamérica, en el sur y; el mundo norteamericano o anglosajón, en el norte. México puede ser la base ideal desde la que poder asaltar cualquiera de esos dos mercados.
Una segunda, muy obvia, pero que está ahí y es fundamental es el idioma, lo que facilita enormemente la relación y el contacto y; además, están las ayudas del Gobierno y las autoridades del país. Mi consejo, por lo tanto, para quien quiera intentarlo es que, sobre todo, vayan de la mano de un mexicano, de una compañía o un grupo local, porque hay que aprender muchísimo, como se vive allí, cómo se trabaja y se negocia.
Nosotros, como BIZCOM, tenemos experiencia al respecto y, a través de B Grupo, de Pamplona, hemos establecido un puente entre empresas de México y España en el que, hasta el momento, hemos traído más empresas de México aquí que españolas hacia el otro lado del puente. Pero seguimos en ello.
P: Has mencionado una recomendación: apoyarse en un grupo o empresa local, ¿otras recomendaciones?
R: Lo fundamental, que se dejen asesorar y no vayan a la aventura. No improvisar resulta obvio pero es básico. Tener mucha paciencia y coordinar la agenda con personas que conozcan el terreno porque si no, el resultado puede ser muy frustrante. Sobre todo por los desplazamientos. Como curiosidad, te comentaré que la calle que tengo al lado de mi casa, Insurgentes, tiene 53 kilómetros de largo. Eso es un pequeño detalle de las medidas a las que nos enfrentamos.
Desde luego, México puede ser una aventura fantástica y, además, hay gente, también de Navarra, que está triunfando después de haber trabajado muy bien. En crecimiento y con un mercado potencial de 123 millones de personas, solo desde el punto de vista personal y profesional, México hoy es una aventura apasionante.
Es decir, vivir otras culturas y otras visiones del mundo, te abre de par en par la mente y te impide cerrarte a tu círculo y a tu clásica zona de confort. Insisto, aparte de ser un super negocio, puede ser una experiencia muy gratificante y, encima, puede facilitar tu salto a Estados Unidos o al resto de Hispanoamérica. Muy recomendable.
PERSONAL
P: Ya en un plano más personal, ¿qué es exactamente BIZCOM, la empresa en la que ahora trabajas?
R: Es una consultoría de comunicación con una fuerte implantación a lo largo de todo el país ya que tenemos delegaciones en el DF, en Guadalajara y en Monterrey. Nuestras áreas de actividad van desde las más tradicionales como, por ejemplo, la publicidad que se imprime en el «papel tortilla» que es el que se entrega a las señoras para hacer los tacos por la mañana hasta lo más vanguardista en Inbound Marketing, comunicación de contenidos o campaña de conducta y afiliación en redes sociales tanto para el sector privado (empresas, clientes directos) como para el institucional (partidos políticos, universidaddes).
Además, somos los representantes de al menos 100 medios de comunicación de todo el país que no tienen oficina en la capital ya que no les sale a cuenta. Ahí nuestra labor básica es la de ser su departamento comercial.
Como digo yo, México es el silencio tocando la trompeta. Pese a las diferencias abismales entre los sectores más ricos y los más pobres, hay mimbres para crecer y oportunidades de negocio.
P: ¿Cuál es, por lo tanto, el papel que desempeñas dentro de esa gran corporación?
R: Mi puesto es el de Key Account Manager, es decir, soy un ejecutivo de cuentas especializado en el diseño y ejecución de eventos que pueden ser de distintos tipos. Unos, los podríamos definir como «hechos a medida» o «llave en mano» ya que atendemos la demanda que nos traslada el cliente y que puede ir desde un desayuno hasta una convención para 10.000 personas.
En otros casos, nuestra labor es simplemente de asesoramiento y colaboración y; en tercer lugar, también somos los asesores de muchas compañías que reciben propuestas para hacer eventos y nosotros les ayudamos a valorar esas propuestas y ver si les puede salir a cuenta.
Toda esa actividad la desarrollo junto con mi equipo de relaciones públicas que, cuando se pone en marcha un evento, son los encargados de las relaciones con los medios, las convocatorias, las gestiones, etc., tanto si se trata de un cliente privado o de una corporación o institución pública.
P: Has hablado de un evento para 10.000 personas… ¿Cómo se organiza?
R: La clave es buscar el apoyo en buenos media partners. Nosotros hemos tenido la suerte de contar con el respaldo de entidades de referencia como Televisa o Gandhi, que es una cadena de librerías con mucho tirón allí. También juega a favor que cualquier pequeña emisora o periódico, aunque sea de un simple barrio, te llega a un millón de personas.
Luego, está la temática. No es lo mismo organizar el Universal Thinking Forum al que acudieron gentes de primerísimo nivel como el juez Garzón o la bloguera cubana Yoanni Sánchez que, sin querer menospreciar, un Congreso de Psicología con la Universidad Mexicana Polanco. En este segundo caso, lógicamente, recurres a medios más especializados y más vinculados a lo que se va a tratar.
En crecimiento y con un mercado potencial de 123 millones de personas, solo desde el punto de vista personal y profesional, México hoy es una aventura apasionante.
P: También trabajas en otras áreas de la comunicación como el Marketing y las redes sociales, ¿es muy diferente la forma de planificar y desarrollar una campaña en redes sociales, por ejemplo?
R: Hay dos partes diferentes. Por un lado, redes sociales como twitter o Facebook están muy popularizadas. Sin embargo, otras como LinkedIn no han logrado esa misma penetración y hay una capa importante de la población que presenta un nivel de usuario similar al que podía tener España hace ocho o diez años.
Por el contrario, te encuentras con muchos directores de mercadotecnia o primeros niveles de directivos que están muy vinculados a las últimas tendencias en comunicación. Me estoy refiriendo a propuestas de Inbound Marketing o Branded Content, todo vinculado al contenido que funcionan muy bien y que son conocidas y gestionadas por la inflluencia que antes te he comentado de la formación que han recibido estos profesionales directamente de algunas de las universidades de referencia en los Estados Unidos.
P: ¿Próximos proyectos?
R: Ahora mismo estamos con el proyecto «La Ciudad de las Ideas» que este año cumple su octava edición. Es el evento más grande que me ha tocado asumir, nuestra labor fundamental será su comercialización y esperamos contar con algunas de las mentes más brillantes procedentes de todo el mundo. Como te he comentado antes, para este proyecto tenemos detrás a un gran grupo de comunicación que nos está prestando todo su apoyo y estamos seguros de que funcionará muy bien. Ya os contaremos… (risas).
Mucha Suerte, Roberto.
