martes, 19 marzo 2024

eduardo paternainRecientemente conocíamos el desarrollo de la primera impresora 3D de cerveza!! Efectivamente, PicoBrew, que es el nombre de este desarrollo, es capaz de servir cinco litros de cerveza a partir de los ingredientes contenidos en unos sobres llamados PicoPak. No se trata, por tanto, de un alambique para fabricar cerveza de forma artesanal, sino que se parece más a esas nuevas cafeteras que funcionan con cápsulas.

Pero no es el único proceso industrial que se ha visto afectado por lo que todos los expertos comienzan a definir como “Una revolución silenciosa e imparable”. Así, Natural Machine se ha convertido en la primera impresora 3D de comida; en Shanghai se han dado los primeros pasos con éxito para la “impresión” de casas enteras o, incluso, la NASA ya ha hecho sus primeros pinitos para llevar la impresión 3D al espacio.

Al margen del anecdotario, que vemos que es muy rico y extenso, la realidad es que los procesos industriales tradicionales afrontan un vertiginoso proceso de cambio que muchos ya engloban bajo la denominación de “Fabricación 4.0”.

Sin embargo, hoy nosotros nos hemos detenido y hemos querido profundizar en las causas finales de todo este proceso. Cuáles son, por lo tanto, los beneficios que aporta la impresión 3D a los procesos industriales y por qué ese tremendo auge que está teniendo el uso de esta tecnología como recambio de los procesos industriales “de toda la vida”.

Fundamentalmente, tres:

  1. La Impresión 3D no solo se queda dentro de la propia industria sino que ha empezado a jugar un papel fundamental en la toma de decisiones del consumidor.
  2. Ayuda, a un coste oportunidad muy interesante, a desarrollar nuevas ideas y prototipos que pueden repercutir no solo en un incremento de la gama de productos sino que, además, puede actuar de “palanca” para el desarrollo e impulso de nuevas acciones de I+D+i dentro de la organización e, incluso, para introducir nuevos protocolos y formas “de hacer las cosas” que repercutan en una reducción de los costes y optimización de los recursos y
  3. Bajo la forma de la impresión 3D llega un nuevo modelo industrial que, en el fondo, hará que nuestros centros de producción y fabricación se repartan en dos segmentos claramente diferenciados:
    1. La fabricación aumentada. Donde la impresión 3D producirá herramientas y utillajes que se aprovecharán para la fabricación tradicional
    2. La fabricación alternativa. Donde la impresión 3D desempeñará un papel clave para que la empresa pueda dotarse de artículos o piezas de uso final.

No quisiéramos finalizar esta reflexión con un aspecto clave añadido. La fabricación digital será, sin duda, un elemento importantísimo en los procesos de reindustrialización y, por lo tanto, el uso y extensión de la impresión 3D puede ser fundamental para que los procesos de deslocalización que se han vivido de un tiempo a esta parte en nuestro tejido empresarial y productivo revierta en una apuesta decidida por la producción local.

Eduardo Paternáin Arbizu
CEO Again SL 

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