viernes, 29 marzo 2024

Una información de Cristina Catalán para Navarra Capital 

“El riesgo es el motor del negocio”, afirma Juan José Velázquez Goya, de Ático Asesores, “pero todo futuro empresario, previamente a la creación de su empresa, debe pasar por las fases de preguntarse qué, por qué y cómo va a llevar a cabo dicho negocio. Debe plantearse una hoja de ruta, lo que denominamos un Plan de Negocio, adaptada a sus necesidades y objetivos, con variables creíbles y con diferentes escenarios para sopesar el riesgo”.

La odisea de crear una nueva empresa es difícil a la vez que apasionante. Pero para ello el emprendedor no está sólo. Por un lado, están las ayudas económicas que se pueden percibir por parte del Gobierno foral.

En el BON nº 10 del 18 de enero de 2016 aparece la aprobación de la convocatoria de gastos iniciales a empresas. Se consideran subvencionables los gastos de notaría y registro necesarios para la constitución, las tasas de patentes y marcas, los gastos de alquiler y compra de locales comerciales o naves  industriales, comunicación, posicionamiento en internet, y los gastos de estudio de viabilidad por una consultora externa. Ático Asesores son expertos en varias de estas actuaciones. “Desde mi punto de vista, las subvenciones  no las consideraría como una fuente de financiación o por lo menos, yo recomiendo que se sea prudente. Las subvenciones a las que se han hecho referencia anteriormente, tienen un máximo de disponibilidad presupuestaria, en este caso de 298.000€ y normalmente se cobran, no cuando lo estimamos nosotros, sino cuando lo estima a administración. Ayudan sí, pero entiendo que no deben de ser determinantes ni mucho menos. Amancio Ortega dueño de Zara, empieza en el año 63 fabricando  batas  y dudo mucho que tuviese subvención alguna. Sí debemos de considerar otro tipo de fuentes de financiación, la banca tradicional, el capital riesgo tanto público como privado, los inversores privados business angels… y las 3F, Famiy, Friends & Fools , estos últimos muy necesarios”, matizan desde Ático.

PASOS A SEGUIR

Pero antes de pasar a las convocatorias de ayudas, todo emprendedor debe llevar a cabo una serie de pasos previos y que sin duda, son lo más importante. “Previamente a esa constitución de la empresa, el emprendedor debe hacer una labor de introspección. Analizar y conocer cuáles son sus carencias y sus fortalezas. Ese empresario en potencia, debe actuar y pensar alrededor de lo que él considera una oportunidad de negocio, sea grande o pequeña da igual, y también debe considerar las amenazas que puede encontrarse”, apunta desde Ático.

Es importante que en todo momento el emprendedor esté asesorado por profesionales que posean los conocimientos suficientes  para ayudarle a desarrollar dicho Plan, “que interactúen ambos en este desarrollo y que ejerzan la figura de ‘abogado del diablo’ en gran parte del desarrollo del negocio, con ánimo preventivo… El resto se lo debemos de dejar al riesgo , yo lo concibo como motor del negocio” añade Juan José Velázquez Goya, de Ático Asesores. Posteriormente, la persona o personas, en “modo empresario” con su iniciativa empresarial al hombro, su plan de negocio, con motivación, y confianza deben plantearse la forma jurídica y estructura societaria, es decir, las diferentes alternativas a las que tiene acceso el empresario a la hora de organizarse jurídicamente. Alternativas que van desde la modalidad de empresario individual  hasta una sociedad mercantil, sociedad anónima o limitada, sociedad laboral , una cooperativa o una fundación.

Taller de emprendedores en ANEL

Taller de emprendedores de ANEL

AYUDAS A EMPRESAS DE ECONOMÍA SOCIAL

Como se ha comentado, cuando una persona quiere crear una empresa, lo primero que debe hacer es analizar bien esa idea de negocio. Muchas veces, los emprendedores dan vueltas a esa idea pero no la exponen al exterior, ni la contrastan. ANEL, en colaboración con CEIN, (y siempre en colaboración con SNE) aconsejan a los emprendedores a cuál de estas dos entidades pueden acudir para que se les asesore y se defina bien esa idea de negocio que les permitirá crear la nueva empresa.

A la hora de elegir el modelo de empresa que se desea constituir (autónomo, sociedad irregular, empresa de economía social, S.A., S.L…) ANEL está enfocada al autoempleo colectivo, en el que se requiere un mínimo de dos personas para desarrollar la idea de negocio y formar así una sociedad laboral, una cooperativa o una microcooperativa. “Planteamos a los futuros socios-trabajadores una serie de aspectos para conocer si sus valores corresponden con los de economía social pues tiene unas características especiales como por ejemplo, que las decisiones se tomen entre todos, de manera democrática”. Explica Alberto Morentin, técnico de ANEL.

Una vez que está elaborado el Plan de Viabilidad y se ha decidido el modelo de empresa para constituirse, ANEL asesora y acompaña a los emprendedores en todo lo relativo a su puesta en marcha y la tramitación necesaria. Uno de los aspectos importantes dentro de eso trámites, es el de las ayudas específicas para la creación de empresas. Con las ayudas hay que ser prudentes ya que para tener derecho a ellas hay que contar con convocatorias abiertas, cumplir estrictamente los requisitos y que dichas convocatorias cuenten con partidas presupuestarias asignadas.

Por una parte, hay una ayuda, de la que también pueden beneficiarse autónomos y demás empresas, pero que tiene unas características específicas en el caso de las Empresas de economía social. Es la Capitalización del Desempleo  o Pago Único de Desempleo, a la que pueden acogerse aquellas personas que tienen una situación legal de derecho de cobro de desempleo, y tiene como mínimo tres meses pendientes de dicho cobro. “Esto significa que en lugar de cobrar ese paro mes a mes durante el tiempo que le reste, puede cobrarlo de una sola vez a la hora de constituir la nueva empresa. La obligación por parte del emprendedor que pone en marcha la sociedad laboral, cooperativa o microcooperativa, es que ese dinero adelantado, lo ingrese en el capital de la nueva empresa que se constituye. Hay alguna fórmula mixta que permite cobrar una parte (que puede ser la necesaria para el capital) y la otra parte, la recibe el emprendedor periódicamente como devolución de cuotas de la Seguridad Social”, explica Morentin.

Por otra parte, hay unas subvenciones específicas para las sociedades laborales y cooperativas de trabajo asociado que concede el Servicio Navarro de Empleo. En este sentido, hay tres tipos de ayudas para nuevas empresas relativas a la Incorporación de socios, por Inversiones a realizar y  por Asistencias Técnicas. Hacen referencia al momento de constituir la empresa, aunque también pueden solicitarse posteriormente.

Taller de emprendedores en ANEL

Taller de ANEL

En cuanto a las ayudas por Incorporación de Socios,   éstos tienen que cumplir como requisito el estar en situación de desempleo e inscrito como demandante de empleo y que en los tres últimos años, no haya desarrollado por cuenta propia, la misma o similar actividad. Si sus socios cumplen estos requisitos, la cooperativa de trabajo asociado o sociedad laboral puede recibir una ayuda de 2.000 euros por socio. Hay unas circunstancias especiales: si esas personas que se incorporan como socios son menores de 30 años, mayores de 45,  han capitalizado el desempleo más de un año, mujeres desempleadas que se incorporen como socias trabajadoras en los 24 meses siguientes a la fecha del parto, adopción o acogimiento, la ayuda puede ascender a 5.000 euros. Por otra parte, los parados de larga duración, (es decir cuando en los 18 meses anteriores a crear la cooperativa o sociedad laboral, ha estado mínimo 12 meses en el paro) ,personas desempleadas perceptoras de renta de inclusión social, personas desempleadas que hayan finalizado su proceso de inserción socio-laboral a través de centros de inserción sociolaboral y personas con una minusvalía igual o superior al 33%, la nueva empresa puede beneficiarse de hasta 7.000 euros de ayuda por cada una de ellas.

El plazo de solicitud de estas ayudas es de tres meses desde el alta de la persona como socio trabajador. Estas ayudas se resuelven, al ser de concurrencia competitiva, por orden de presentación en el registro.

La segunda ayuda para sociedades, cooperativas y microcooperativas hace referencia a la Inversión. En concreto, para aquellas inversiones que son necesarias a la hora de constituirse como empresa. También se pueden solicitar posteriormente pero con el requisitos de que dicha inversión sea como mínimo de 6.000 euros.

“En este sentido, se puede acceder a la ayuda sin un mínimo de inversión, bien para terrenos, locales, maquinaria, instalaciones, mobiliario, equipos y programas informáticos, elementos de transporte, etc. Se puede subvencionar un 45% de dicha inversión (este porcentaje se reduciría al 35% si la empresa estuviera ya constituida).  Si la empresa es de fuera de Pamplona, se puede complementar con otro 5% adicional. Si además, posee el Sello Moderna, se puede añadir un 5% más de ayuda, pero el máximo porcentaje de subvención es del 50%”, añade Morentin. El límite de subvención es de 10.000 euros anuales. El plazo de solicitud de estas ayudas es de un mes posterior a la realización del último pago perteneciente a dichas inversiones. También en este caso, se resuelven por orden de presentación en el registro hasta que se agote la partida presupuestaria.

En tercer lugar, se encuentra la ayuda para Asistencias Técnicas, aunque suelen ser destinadas a empresas ya constituidas. Cuando una sociedad laboral, cooperativa o microcooperativa necesita contratar de manera puntual  los servicios de una empresa externa especializada, debe planificarlo y solicitar la ayuda entre el 15 y el 28 de febrero de cada año y el SNE puede conceder una ayuda mediante baremo. Si la empresa tiene menos de 10 personas trabajadoras, la ayuda puede ser del 60% con un límite de 15.000 euros de subvención; y si tiene más de 10 empleados fijos, la ayuda puede ser de hasta el 50% con el mismo límite de subvención.

Hay otra ayuda específica para las sociedades laborales y cooperativas de trabajo asociado que hace referencia a la Entrada de nuevos socios-trabajadores. “En este caso, la ayuda se refiere a la persona física. Cuando una empresa lleva más de un año en funcionamiento, el SNE pretende favorecer que trabajadores tanto fijos como eventuales de la empresa, se incorporen como socios trabajadores. El SNE les apoya personalmente a esas personas con una subvención del 30% de lo que les cuesta incorporarse a la cooperativa o sociedad laboral, con un límite de 6.000 euros. Es un incentivo para la incorporación de socios”, destaca Morentin y añade “Hay una cuestión importante y es que si una persona capitaliza el desempleo como antes hemos señalado y con ese dinero se hace socio, ese dinero no computa para la ayuda. Es decir, la subvención se realizará en base al dinero adicional que una persona deba pagar por incorporarse como socio”.

En esta misma convocatoria hay un capitulo interesante en cuanto a ayudas para la transformación de empresas en Empresas de Economía Social. En ocasiones, propietarios de SL, SA.etc, que se jubilan, prefieren vender la propiedad a los trabajadores. En ese caso, los trabajadores deben comprar las participaciones de esa SL o SA al propietario y posteriormente se transforman en una empresa de Economía Social. En este caso de autoempleo colectivo, los trabajadores también pueden tener la ayuda del 30% de lo que les cuestan las participaciones con un límite de 6.000 euros y tres meses de límite para solicitarlas tras hacer dicha compra.En ambas ayudas, el orden de solicitud en el registro es clave porque una vez terminado el presupuesto, se acaban las ayudas.

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Emprendedores en CEIN antes de un taller

Emprendedores en CEIN antes de un taller

LA BASE EN CREACIÓN

CEIN recibe cada semana entre 12 y 15 nuevos proyectos. El centro aborda la creación de empresas constituidas como autónomos, sociedades civiles o mercantiles (SL). El 80% de las empresas que se constituyen en CEIN son autónomos. En 2015, CEIN ha atendido 673 proyectos de negocio, (todavía se desconoce el desenlace de aproximadamente 300 de ellos); y 138 se han constituido como empresas, lo que supone un 20,5% de conversión.

A CEIN puede acudir cualquier persona a título personal o en equipo, con una idea de negocio. La creación de empresas para CEIN se basa en un itinerario con cuatro ciclos necesarios para que la idea acabe constituyéndose como empresa. Estos cuatro ciclos, uno por semana, denominados Q´s (porque se quiere equiparar a la Fórmula 1), se basan en la metodología LEAN. De este modo, se persigue que desde el minuto uno, el emprendedor visibilice su proyecto empresarial.

En grupos de aproximadamente 15 emprendedores,  durante la Q1, trabajan de forma abierta su oportunidad de negocio. El profesional de CEIN dirige el taller el cual se centra en una investigación continuada sobre las posibilidades de que ese producto/servicio sea introducido en el mercado y el cliente pueda llegar a querer esa solución para su problema/necesidad. “Nos podemos encontrar proyectos desde los más tradicionales a los más innovadores. Pero para nosotros lo primordial, sea el proyecto que sea, es el cliente e identificar que hay un problema para el que la nueva idea de negocio tiene una solución real, sea producto o servicio”, señala Pilar Tellechea, responsable área de creación de empresas de CEIN.

En el Q2, se trabaja el segmento de cliente y la propuesta de valor de manera que cada emprendedor expone a los demás su proyecto y el aprendizaje que le ha aportado la tarea propuesta en Q1.Tras nuevos trabajos y operativas, comienza la siguiente semana la Q3 en la que se trabaja la relación con los clientes y los modelos de ingresos. En la Q4, la última fase, se estudian los recursos y alianzas, ingresos, costes, etc.

“Lo más destacable de todo este proceso  es que cada emprendedor, al exponer su proyecto y los pasos que está dando, es cuestionado continuamente por el resto de emprendedores, de manera que puede ir testando su idea de negocio y aprende así mismo, de la experiencia, dificultades e ideas de los demás emprendedores. Se crean muchas sinergias entre ellos y cada emprendedor puede validar su idea poniéndola en común”, subraya Tellechea.

 Si un proyecto ha pasado las cuatro Q´s, se le ofrece la posibilidad de contar con uno de los 11 mentores que colabora con CEIN, la mayoría directivos, que les orientan y asesoran en este proyecto. “Hay que detallar que el 60% de los proyectos que recibimos, finaliza antes de llegar a la Q3. Esto es debido por tres factores: o porque el emprendedor ha encontrado trabajo; o porque ha comprobado que su idea no ofrece una solución real o no hay clientes dispuestos a pagar por ello, y otros vuelve a la Q1, porque se replantean la idea inicial. Nos gustaría que ese porcentaje fuera mayor, pero lo positivo es que el que llega a la Q4 es porque realmente ha comprobado que su idea de negocio es viable y está cimentando correctamente su futura empresa. Tan importante es el que consigue esto, como el que ha testado en dos semanas, y a coste cero su idea y se debe retirar”, añade Tellechea.

Es un mes de trabajo de forma que el emprendedor va comprobando la viabilidad de su negocio y va aportándole datos para la elaboración de un Plan de negocio.

En los primeros pasos de constitución como empresa, CEIN aporta información y asesoramiento en cuanto a ayudas, trámites en Seguridad Social y Jurídica, se trabajan habilidades competitivas, talleres de Rentabilidad donde se estudian temas financieros para la empresa, etc. También hay talleres temáticos o específicos, que se van realizando en función de las necesidades que los técnicos de CEIN observan en los grupos de trabajo. “Por ejemplo, si vemos que hay grupos que demandan formación sobre redes sociales, o sobre nuevas técnicas de venta… Buscamos un ponente que nos ayude a abordar esos temas”.

Todo este aprendizaje le será útil al emprendedor que interioriza una dinámica de trabajo por la que testará en un futuro cualquier decisión que tenga que tomar en su empresa.

También hay que destacar la labor que hace el vivero de empresas de CEIN en Noain. De todos los proyectos recibidos, se seleccionan aquellos a los que se comprueba que no hay uno similar en Navarra, que sean innovadores y con potencial de crecimiento. Estos pueden asentarse en el vivero de empresas de CEIN, lo que implica que van a formar parte del parque de innovación del Gobierno de Navarra y que comparten su proyecto con otros asentados allí. Se ofrecen talleres específicos sobre temáticas que generalmente nacen de las propias necesidades de las empresas que están allí asentadas El 78% de las empresas que se instalan en el vivero sobreviven pasados los tres años en dichas instalaciones

Por último, CEIN cuenta con el proyecto Impulso Emprendedor que este año celebra su cuarta edición. En esta convocatoria, se seleccionarán hasta un máximo de 10 empresas de entre todas las presentadas (más de cien), para que su idea de negocio se llegue a constituir como empresa, podrá contar con un mentor en todo el proceso y será apoyado económicamente con 8.000 euros “aunque la ayuda económica es lo de menos. Lo más importante es que haya un potencial de crecimiento en el proyecto, que tenga desarrollo y pueda ser una realidad”.

Para 2016, se tienen previstos el programa de Orizont (Aceleradora Agroalimentaria de Navarra en Tudela); programas relacionados con Ventas, Liderazgo, Crecimiento y Consolidación; además de la segunda edición del premio Iniciate a la mejor Idea de Negocio además de jornadas como la de Industria 4.0 que el pasado tuvo gran éxito y otra sobre Salud.

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