Con 16 años, Carlos Pascual empezó a trabajar en una tienda de deportes en Pamplona y, como vivía con sus padres, vio que ahorraba dinero en su cuenta bancaria. “Odiaba no saber qué hacer con el dinero que veía en mi cuenta”, asegura. Así que, ni corto ni perezoso, pidió consejo en el banco, aunque no le resultó de gran utilidad, pues la inversión que le sugirieron no tuvo éxito: “Tras comenzar a leer libros de inversión e interesarme por algún curso, vi que lo que había hecho fue una imprudencia y decidí dejar de estar con los perdedores en bolsa, que es el 98% de los inversores de nuestro país, y comenzar a formarme y aprender por mí mismo”.
FORMACIÓN ANTES DE INVERTIR EN BOLSA
Carlos comenzó leyendo la prensa salmón: “Pero tras un tiempo de leerla no me enteraba de nada ni podía sacar conclusiones o suposiciones futuras, 
así que empecé a buscar libros especializados para principiantes, por ejemplo ‘Cómo funciona la economía para dummies’, de Leopoldo Abadía”.
“Creo que todos deberíamos leer o formarnos mínimamente en estos temas que, lamentablente, nuestro sistema educativo no abarca. Todos, en algún momento de nuestra vida, necesitamos saber qué es, por ejemplo, el Euribor para pedir una hipoteca; por el contrario, yo sigo a día de hoy sin haber utilizado el teorema de Pitágoras…”
Después, este joven comenzó con lecturas más complejas y mientras tanto “empecé a operar con dinero virtual para aplicar conceptos y di unos pocos cursos que fueron imprescindibles. En este punto, debo mencionar a Jose Antonio Madrigal como el mayor referente que he tenido en esto y cuya estrategia e ideas fundamentales sigo a rajatabla”.
INVERSOR DE BOLSA LARGO PLACISTA
Cuando uno se mete en esto de la bolsa, debe mantener una estrategia de inversión a medio o largo plazo y, en el caso de Carlos Pascual: “utilizando además productos apalancados”. Esto, sin duda, difiere mucho de lo que se suele ver como un trader de película que abre y cierra operaciones en una
mañana con unas rentabilidades increíbles y que, además, lo acompaña de una sensación de éxtasis y adrenalina. “Nada de eso ocurre en la realidad. Yo no soy nadie para dar consejos de cómo operar, pero en mi caso, me informo y me guío según la gente que realmente sabe. El Premio Nobel de Economía 2013, Robert Shiller, dijo: ‘Cuidado, el corto plazo está demostrado que es completamente aleatorio, pero en el largo plazo las tendencias existen'».
Aunque todavía le queda mucho por aprender, con 20 años, este jovencísimo trader intenta trazar una estrategia basada en un análisis personal con el que sabe, desde el minuto 1, cuánto es el máximo que puede llegar a perder con cada operación, colocando Stop Loss, y desconociendo el máximo que puedes ganar: “Pérdida limitada, beneficios ilimitados, se podría decir que es esta la mayor consigna a seguir”.
Realmente estoy obteniendo buenos resultados, pero como digo, despacito y con buena letra, hay que ser prudente. La clave es controlar siempre y en cada momento el riesgo de tu cartera. Pero sí, claro que tengo objetivos muy ambiciosos».
APOSTAR CON DINERO REAL
Internet está plagado de simuladores con dinero virtual que, sin invertir un solo euro, te permiten comenzar a hacer operaciones con las que probarte y 
comprobar si lo estás haciendo bien o no. Esta fase es muy importante antes de lanzarte a los mercados, pero sin duda, uno no arriesga lo mismo cuando se trata del dinero que puede perder o cuando lo que pierde es solo una especie de juego.
Carlos Pascual ya trabaja con dinero real y se ha lanzado a participar en el World Top Investor (WTI): «Lo ví como un reto y para empezar a moverme en este mundo más allá de la pantalla de mi ordenador, aunque realmente no es mi campo, pero el broker con el que trabajo me mandó la información y me dijo que me esponsorizaba (uno de los requisitos para participar en este concurso internacional) y me lancé».
Todos los participantes son inversores particulares (aunque muchos de ellos profesionales con dedicación plena) y más que el premio, lo que buscan con este concurso es obtener un reconocimiento y que tus cifras queden cotejadas y auditadas: «Claro que hablamos de dinero y operaciones reales, así que el premio también son las ganancias que obtengas durante el año, pero lo importante en el WTI es el prestigio internacional que puedes adquirir como trader«.
«Mi inversión es aún muy modesta, así que Wall Street puede estar tranquilo (risas)», bromea Pascual. Nadie debe pensar que con una inversión modesta puede ganarse un sueldo al mes y menos invirtiendo a largo plazo, Warrent Buffett (inversor largo placista con el mejor registro del que se tiene constancia) ha mantenido una rentabilidad media anual del 21,68%, lo que dista mucho de la imagen de algunos de hacerse rico en un año con esa modesta inversión pero que es la realidad y a sus 50 años operando te dejo echar cuentas de cómo le ha ido jaja
“ASÍ ME HICE TRADER”
Otro profesional del que Carlos ha aprendido es Jorge Labarta, que además de ser el director de empresas de Bankia, ha escrito el libro ‘Así me hice trader’, que ayudan a adquirir buenos conocimientos en esto de la inversión en bolsa. Precisamente, hemos hablado con Labarta, que corrobora los principios que Pascual y nos facilita tres consejo para quien desee acercarse al mundo bursátil:
- Esto hay que percibirlo como una profesión: Esto no se aprende ni en uno, ni en dos años. Se necesita formación y práctica que te genera una mentalidad que sirva para esto. Por ejemplo, un deportista de élite que no quiera renunciar a salir todos los fines de semana hasta las tres de la madrugada, nunca llegará a ser excelente; y otro que no lleve una nutrición concreta, tampoco. Con esto pasa lo mismo, se necesitan muchos años de práctica para que tu cabeza se vaya adaptando a un ritmo de trabajo.
- Debe ser considerado un negocio como otra cualquiera: Es un error quien piense que se va a hacer millonario si se le da bien esto. Sería como pensar que el comerciante que tiene 4 tiendas de ropa entre San Sebastián y Pamplona, debe montarse un emporio tipo Zara. Ser trader hay que verlo como un negocio empresarial en el que unos llegan más lejos y otros no tanto. Puedes ser más o menos excelente.
- Saber invertir es una habilidad: A colación del punto anterior, hay gente más o menos habilidosa en todos los campos, por lo que puedes alcanzar la excelencia en tu profesión o no, pero todos los grados son importantes. Por ejemplo, yo puedo arriesgar 400 euros en una operación y manejarla bien, pero si arriesgara 3.000 euros sé que no podría asumirlo, porque los nervios por lo que podría perder no me dejarían trabajar bien y mi cabeza no funcionaría. Así voy entrenando mi cabeza, porque esto es una habilidad.
Una información de Yosune Villanueva Lucea para Navarra Capital.
