viernes, 29 marzo 2024

Elena Sarasa. Mediación NavarraMi nombre es Elena Sarasa Villaverde y entre otras cosas, soy abogada y mediadora.

Inicié mis estudios de derecho allá por la década de los 80, así que llevo ejerciendo mi profesión hace más de veinte años.

Por mi despacho profesional han pasado muchos asuntos, de muchas áreas del derecho: familia, mercantil o civil.

Son muchas las personas que me han visitado y me han hecho participe de su asunto, de su problema. Tras tantos años de libre ejercicio de la abogacía y de recibir tantas personas en mi despacho, puedo afirmar sin temor a equivocarme, que hay un rasgo común que les une a todos ellos: el sufrimiento emocional que acompaña siempre a un asunto legal.

Nuestro sistema judicial es mejorable, como la mayoría de las cosas de este mundo, pero podemos calificarlo como esencialmente bueno. Lleno de personas capaces y preparadas que ejercen su responsabilidad con conocimientos profundos acerca de la ley y que cuentan con recursos materiales, más o menos suficientes, para ejercer sus funciones y su labor en un entorno que pese a la frialdad con que todavía cuenta (togas, tratamientos, protocolos, papel…) se ha ido humanizando y acercando al ciudadano.

He podido ver durante estos años en mi despacho cómo personas en conflicto y sufrientes, han ido envejeciendo físicamente y hasta su salud se ha visto afectada por un proceso judicial que puede ser más largo de lo que podemos soportar, o más lento de lo que nuestra vida necesita

Esas personas han confiado su vida a mí como abogada, pero he sido consciente de que su asunto escondía una realidad vital a la que yo, por muy empática que haya podido ser, no podía atender.

Puedo incluso afirmar, que he visto cómo personas me relataban asuntos de su vida que pretendían llevar a conocimiento del juez y yo he intentado explicarles que eso jurídicamente no aportaba nada, que eso no podía resolverse en el juzgado, que en definitiva, su asunto NUNCA va a resolverse en el juzgado, ni incluso aunque el juez le dé la razón.

Porque no nos engañemos, las personas acuden a nosotros como juristas, pero la solución no está en el juzgado, ¡y lo sabemos!

Sabemos por nuestra experiencia previa y nuestros conocimientos de leyes, que ese proindiviso entre hermanos, ese reparto de herencia, esa liquidación de sociedad conyugal, esa liquidación de empresa, esa reclamación de cantidad, esa modificación de medidas paterno filiales, esa reclamación de gastos extraordinarios de los hijos, etcétera, etcétera, no va a encontrar en el juzgado nada más que un parche  momentáneo a una situación de dificultad que no puede solucionarse con esa sentencia del Juez

Es más, nuestro sistema judicial no es capaz, por dificultades ajenas a nosotros, de actuar con la suficiente celeridad que necesitan los litigantes. Y además, permite apelaciones, alegaciones y  recursos que prolongan más todavía un conflicto que necesita solución hoy.

Esta inquietud que pretendo transmitiros en esta tribuna que me ofrece ‘navarracapital.es‘l, sé a ciencia cierta que es compartida por compañeros del Ilustre Colegio de Abogados de Pamplona, así como por muchos otros con los que mantengo contacto a través de otros canales, como publicaciones legales, redes sociales y otros.

Si esto es así, si compartimos esta idea y lo que debemos buscar es el interés de nuestro cliente y la resolución eficaz y eficiente de su asunto para que pueda seguir con su vida y pasar página de esto que le afecta tanto, creo que estamos en la obligación de facilitar a nuestros clientes la mejor solución a su conflicto, haciendo todo lo posible para que se adapte a su necesidad real y actual.

Quiero invitar a mis compañeros abogados de familia, abogados mercantiles, asesores de empresas, abogados civilistas, notarios, registradores, a profundizar en las causas y el origen del conflicto de vuestro cliente, para ofrecer todo aquello que la sociedad pone a su disposición y que tal vez se adapte a sus necesidades, a sus circunstancias, a sus intereses y donde tal vez encuentren una respuesta rápida, que no añade más coste que el judicial, que es imparcial, que incluso les permite retomar una relación que necesitamos, encontrando una solución satisfactoria para todos los implicados.

Los abogados tenemos nuestro sitio, no perdemos nuestro espacio de confianza con nuestro cliente, solo exploramos otras vías que pueden resultar beneficiosas para la persona que nos visita en nuestro despacho. Y un cliente satisfecho…..ya sabemos todos lo que supone.

Buscad, indagad, probad, no pasa nada por hacer algo diferente, no va a escapar a vuestro control, porque el abogado tiene su sitio y su rol en la mediación. Pero eso sí, ofreced mediadores competentes, preparados, con experiencia, aquellos que gocen de vuestra confianza, quienes os ofrezcan ciertas garantías de trabajo serio y confiable. Tal vez no consigan tampoco en mediación la solución definitiva a todos sus problemas, pero tú, querido compañero no habrás perdido nada y tu cliente tal vez tenga mucho por ganar.

Elena Sarasa Villaverde
Abogada y Mediadora
Socia Fundadora de Mediación Navarra 

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