jueves, 28 marzo 2024

Emilio Flamarique. Director Aenor Navarra.En 2016, celebramos 30 años del gran salto que supuso la incorporación al espacio económico europeo; un progreso que ha ido materializándose en numerosos campos.

En 1986, la situación era bien distinta a la actual. Las empresas accedían a un enorme mercado, inédito para la gran mayoría de ellas; pero al mismo tiempo se abrían puertas a la competencia exterior. No lo tuvieron fácil; tenían que competir con el lastre de la barrera mental que separaba la apreciación de la calidad de nuestros productos, frente a la atribuida a los de otros países europeos.

Navarra estaba en esos momentos en una profunda transformación socioeconómica en la que hoy se apoya; entre sus principales activos se encuentran: una estructura productiva equilibrada, buena posición geográfica, infraestructuras y un grado de apertura al exterior. Sectorialmente estaban desembarcando los proveedores de la automoción, y en plena reconversión del sector de los electrodomésticos (línea marrón).

Uno de los factores que impulsaron este salto de calidad fue el convencimiento de todos —empresas, asociaciones y administraciones— de la necesidad de apostar con más firmeza por herramientas similares a las de otros países europeos: las normas técnicas y los certificados que acreditan su uso. Así, en 1986 nació la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), para mejorar la calidad y competitividad de las empresas, sus productos y servicios.

30 años después, disponemos de uno de los mejores sistemas de calidad del mundo, con más de 31.500 normas técnicas (UNE), para todos los sectores. Son documentos de aplicación voluntaria, a disposición de todos, que contienen el consenso del mercado sobre la mejor forma de abordar un producto o proceso. Es fácil imaginar su potencia para minimizar la incertidumbre empresarial a la hora de abordar un nuevo mercado o desarrollo. Sus beneficios económicos se han estimado en torno al 5% de los ingresos por ventas de una empresa; para el conjunto de la economía española, suponen el 1% del PIB.

Durante estos años y en más de 150 grupos y Comités Técnicos de Normalización, varios cientos de expertos de Navarra han estado aportando sus conocimientos y experiencias, en la elaboración de normas en campos punteros como la nanotecnología, las energías renovables o las futuras Ciudades Inteligentes.

Por su parte, en certificación, desde que AENOR concedió en 1991 el primer certificado en Navarra, la evolución ha sido muy positiva, hasta tener actualmente cerca de 1.200 centros de trabajo certificados. Navarra viene contribuyendo a que España ocupe primeros puestos mundiales en la clasificación de las principales certificaciones, de Sistemas de Gestión de la Calidad ISO 9001 y de Gestión Ambiental ISO 14001. Pese a los buenos datos es necesario seguir trabajando, con el mismo entusiasmo de 1986. El mayor peligro ahora es considerar la calidad como una batalla ganada y descuidar su desarrollo, porque es un proceso que requiere de constante impulso.

En los últimos años muchas empresas han desaparecido y otras han entrado en una situación de prevención ante alguna posible mala situación pero hemos observado que han mantenido las certificaciones e incluso han realizado nuevas certificaciones para estar preparadas ante la nueva situación que se avecinaba en el momento de la salida de la crisis. Son las que están en mejor disposición para recoger los frutos de su previsión y planificación. Tienen más confianza, aspecto clave durante todos estos 30 años que estamos celebrando.

Ante el futuro, AENOR  mantiene su línea de trabajo en apoyo a empresas y entidades de Navarra que sigan apostando por el desarrollo, a través de la calidad, la competitividad y el trabajo bien hecho, como ejes estratégicos. Hoy, una marca reconocida y con influencia en las decisiones de compra no se construye si la empresa, además de poner en el mercado los adecuados productos o servicios, no lo hace respetando el medio ambiente, la seguridad laboral o innovando.

 

Emilio Flamarique
Director de AENOR en Navarra


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